La caja de energía sin dudas que somos nosotros mismos. Vitales y latentes en esta vida. En idas y vueltas buscándose constantemente. Parece fácil, pero hay veces tenemos una enorme capacidad de complicar las cosas, y solamente nos dedicamos a esquivarnos a nosotros mismos, nuestro destino no negociable.
Una letra de Catupecu Machu, El Lugar, simplemente habla de ello. Y desde 1998 que esta presente cada tanto en mi bitácora mental. Con el tiempo, las cuestiones se cocinan y hoy en día, se materializó en una lámpara, en una iluminación, en una devolución, en un acierto o manifestación de ello. Cada vez que siento pasar por el lugar, se manifiesta de alguna forma ello. Aquí, convertido en luz en una simple y precisa lámpara. El paso a paso de su construcción, de cómo una caja de vinos termino siendo lo que es.
La letra del tema es:
A veces no sabes quien sos
No sabes como te llamas
Nadie te dijo cual es tu papel adonde vas
Entonces empezás a buscar
No sabes donde, lo haces en los demás y no podes encontrarte …
Y estás muy cerca.
En un lugar donde el tiempo no corre donde nada se llama donde simplemente sos
Y digo: simplemente sos
Este lugar está muy cerca tuyo, muy cerca tuyo
Entonces por fin un día
Te diste cuenta
Que siempre estuviste ahí
Que solo tenías que buscar
Adentro tuyo que estabas
Muy cerca
En un lugar donde el tiempo
No corre donde nada se llama
Donde simplemente sos
Y digo: simplemente sos
Y digo: simplemente sos
Y este lugar está muy
Dentro tuyo, muy dentro tuyo
[…] añejando lo vivido, esa distancia se acorta tanto que finalmente la libertad está dentro de uno, El Lugar. De lo que piensa y siente, de lo que elige registrar y procesar de lo que vive. Y aún falta más. […]