Este señor lo veo desde hace más de diez años en las inmediaciones de mi trabajo. El siempre esta vestido desde entonces con la misma ropa. Los mismos zapatos. Jamás se lo ve sucio o extremadamente desprolijo. Con sus anteojos Lennon mira a los autos que paran y les pide una moneda.
Lo he visto dormir sobre el suelo, al aire libre y cualquier clima, siempre vestido igual. Un pantalón de vestir que no llega a los tobillos. Una camisa y un pulover.
La imagen de fragilidad y desamparo que mis ojos interpretaban al verlo hace muchos años se han convertido en intriga y admiración de la perseverancia en su accionar.
Varios lo llaman el viejito que anda pidiendo. Los años han pasado, el señor sigue igual y el que pudo avejentar, tal vez sea yo.
Reflexiones y observaciones otoñales producto de la vida misma. San Telmo, Abril 2014
Me encantó la foto!! Y voto porque uno de estos días pares, te acerques al «viejito que anda pidiendo» y le chales un poco, así conocemos su historia!