A finales del mes pasado de enero pude colaborar en la organización y también participar gustosamente de un evento de viajeros en la ciudad de Buenos Aires.
El clima amable y fresco, luego de unos días de intenso calor, permitió que el evento se desarrolle sin problemas. El mismo fue organizado por mi amigo Juan Pablo Villarino, viajero y escritor, el cual estaba pasando unos días por Buenos Aires y en esas tertulias nocturnas en la terraza de mi casa, surgió la idea de convocar a viajeros y no viajeros a charlar de eso que nos gusta tanto, viajar. En un marco informal y totalmente amigable. La idea era mate en mano meter charlas y compartir anécdotas, experiencias y datos y desde ya un excelente momento entre conocidos y no conocidos.
El lugar elegido no podía ser más amable que los bosques de Palermo para rendirnos en el pasto que rodea al Planetario.
Juan no estaba muy seguro del alcance que podía tener y la presencia voluntaria de los invitados. Se creó el evento en Facebook y se promocionó por la red desde pocos puntos de partida. El día del evento, llegamos como a las 18:30 y asentamos con las mochilas un punto de referencia, cual faro en medio de una tormenta. Mate y termo en mano más unas ricas pepas caseras que compramos por ahí, fue lo necesario para que enseguida comenzaran a reunirse varios que habían llegado temprano.
La convocatoria fue a las 19hs y en no más de media hora ya había como 80 personas las cuales el 10% había llegado en bicicleta. El clima amistoso se respiraba en el aire y de pronto una ronda que crecía persona a persona en su radio debió multiplicarse al mejor estilo clonación celular para formar grupos más pequeños pero todos en armonía charlando principalmente del universo del viajar. Practicamente nadie se conocía excepto algunos casos, dando una frescura precisa. Una de las participantes amablemente cocinó unos chipa para compartir. Fue un éxito y para quienes quieran probar o repetir hacer click aquí. Gente de Tripda Argentina promocionó el viajar con la modalidad de utilizar/ofrecer los autómoviles existentes, que sedientos de aventuras y cosas interesantes, están ahí para que sean aprovechados generando un beneficio en varios aspectos, tanto en lo social, económico y ambiental.
El compartir mate, galletitas y charla fue el combustible de este motor que estaba previsto apagar a las 21hs pero que siguió ronroneando y combatiendo la fría noche hasta las 23hs y apenas más. Casi 130 personas se hicieron presente y pudieron compartir una hermosa mateada viajera. Dejando claro que este evento es totalmente repetible y genera unidad para quienes quieren viajar y los que viajan por ahí.
Juan Pablo Villarino firmando ejemplares de sus propios libros que son el resultado de estar viajando por ahí junto a Laura Lazzarino. Para saber más pueden visitar la página de Acrobatas del Camino
Mate en mano y compartido fue lo presente y regulador de las interesantes historias de cada uno de los presentes en esta mateada viajera.
La cordialidad y buena onda reino en cada rincón del grupo que se extendió en el verde pasto en la ciudad de Buenos Aires
La resistencia nocturna atenta a anécdotas de los presentes.